Prólogo
Los Orcos cargaban con todo su ser contra el muro de relucientes armaduras, diezmando las tropas de aquellos pequeños pero escurridizos humanos, entonces, a lo lejos se oyó el sonido de unas trompetas, y de la nada, aparecieron sobre sus hermosos corceles los poderosos magos de batalla del reino de Estron.
los orcos aullaron al cielo y los hombres cerraron filas y formaron con renovada esperanza, un impenetrable muro de escudos, frenando así la poderosa marea gris, los hechizos empezaron a tener efecto y los orcos se vieron envueltos en una poderosa lluvia de elementos, el caos se apodero del campo de batalla y la marea gris de mas de dos varas se vio obligada a retroceder tras oír el toque del cuerno de retirada tocado por el temible brujo orco y señal de que El, el poderoso brujo Azzaburn aún con todo su poder no podía vencer aquella batalla por esa vez. Tocó por segunda vez el cuerno indicando a sus tropas que se retirasen al corazón del bosque negro, un bosque de arboles negros como el carbón como lamidos por las llamas pero sin rastro de ningún fuego.pero, mientras los hombres del ejercito celebraban victoriosos, Azzabur tramaba un nuevo plan en la espesura del bosque.
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